Testimonio, Cuando Jesús Abrio Mi Mar Rojo!!!!!

El Milagro del Éxodo, es una lección de fe para cada cristiano.
En mi vida personal yo experimenté el poder de Dios, hasta puedo decir que el abrió ante mi un "Mar Rojo".

Como cristiano y seguidor de Jesucristo, sentía la necesidad de depender totalmente de Dios y me acompañó en mis alegrías y dificultades. Estando viviendo en la ciudad de Atlanta, Georgia, pude experimentar el poder de Dios aunque yo no creo merecerlo.
Era una persona muy activa en mi Iglesia, compartía con otros el amor de Dios, pero también estaba pasando lo que podríamos llamar "mi desierto". Sentía como si Dios no contestara mis oraciones. tenía dificultades en el trabajo, atravezaba una crisis financiera, y hasta algunos problemas familiares, pero a pesar de ello, seguía esperando y confiando en Jesús. Me levantaba muy de mañana antes de salir el sol a adorar, a orar y leer mi Biblia, era lo que me mantenía confiado en mi Jesús, y él me mostraba sus promesas y sentía su Espíritu morando en mí ser.
Los problemas empeoraron cuando decidí dedicarme tiempo completo a servir a Dios y prepararme para la misión a la cual Dios me había llamado, eso significaba un cambio total en mi vida. Debía vender la casa donde habité por muchos años. El tiempo pasaba pero la casa no se vendía y hasta empecé a murmurar como lo hizo el pueblo de Israel en el pasado.
Los problemas económicos empezaron a venir, no me alcanzaba para la mensualidad de la casa, no tenia para pagar la cuota del auto, no tenia para la gasolina y a veces, no me sobraba ni para comer. Dependía de Dios totalmente y siempre suplía mis necesidades para salir adelante, siempre pude ver su mano guiando toda mi vida. Podía mirar el plan que Dios tenia para mi vida, a pesar que estaba en medio de mucha confusión, temor, dolor. En ese tiempo aprendí a amar a Jesús y a las personas, me convencí que compartiendo y sirviendo eres grandemente bendecido, principalmente te ayuda en medio de la prueba.

Pasó el tiempo llegó la crisis al mercado de bienes raíces, vendedores iban, vendedores venían nadie podía vender mi casa, no sabía si debía sacar la  casa del mercado, así que ore y decidí venderla por mi cuenta, sin agencia. Simultáneamente estaba esperando mi ciudadanía. Me la habían negado 2 años antes por falta de un documento, de un trámite sencillo, estaba esperando ya por mucho tiempo. De eso dependía servirle al Señor. La promesa era mudarme a Argentina para prepararme en su obra. Recuerdo tantas oraciones, tantas madrugadas y la situación empeoraba, cada vez la situación parecía más oscura. Las cartas del banco comenzaron a llegar,-diciendo si no paga las cuotas atrasadas vamos a embargar la casa- Me negaba creer que ese hogar fuera aquedar en manos del banco.
No sabía más que hacer, muchas veces hablaba con Dios y le decía: "No me importa si no me quieres en tu obra, yo te sigo amando igual".  Digo esto,  porque en el lapso de dos meses pusieron en la misma calle 5 casas más a la venta y otra por renta,sin contar  con todas las propiedades que estaban a la venta en el perímetro. Nunca había sentido tanta incertidumbre y temor en mi corazón, recuerdo ese sábado de tarde, regresando de la iglesia y ver ese panorama gris, oí de nuevo esa voz dulce. Qué decía: Tengo todo bajo control. El Señor  impactaba mi mente con relatos bíblicos. Al  día siguiente tocó la puerta un hombre de origen Rumano,¡ Quería comprar la casa! Ese mismo día, hicimos el contrato, me dio un deposito, pagué los meses atrasados, compre mi pasaje a Argentina, esta vez era cuestión de tiempo según yo. Pero nuevamente Satanás no quería soltar la bendición de Dios, llamó el hombre dias después, diciendo que no quería más la casa y quería su dinero esa misma tarde, se me rompió el corazón, me afligí , me asuste. Ahora no solo tenía la carga económica, sino que no tenía el dinero, yo dependía de la venta de la casa para salir adelante. El trabajo escaseaba, separaba mi diezmo por Fe. Ese lunes me llamópor la mañana diciéndome que por la tarde iba a pasar por su dinero y  a romper el contrato, esa tarde clame al Dios de Israel, antes de salir al estudio bíblico, Abrí el libro de Éxodo reclamando la promesa que había predicado una semanas antes, cuando daba testimonio de su poder, me humillé y adoré, reclamando a voz viva, algo que surgía desde lo más profundo de mi corazón, le pedía que abriera ese mar rojo. Por años había estado vagado en el desierto de la duda, la murmuración, pedí perdón por mi incredulidad y  me rendí. El Señor  habló y me preguntó: Por qué has dudado estos años, yo no quiero tu casa, ni tus promesas, yo soy el dueño de TODO. Yo solo quiero tu corazón, me levanté confiado y agradecí. Por la noche llego el comprador dispuesto a romper el contrato y requería de su dinero, comenzamos a  charlar y Dios esa noche abrió mi mar rojo, al final Dios confundió todo y ese corazón duro como el de Faraón fue doblegado esa noche por mi Jesús, después de tanto tiempo la oración fue contestada, pude hacer el viaje a Argentina con mi pastor, para conocer la tierra donde me mudaría en los siguientes meses, tenía que preparar el camino. Todo parecía que se arreglaba daba testimonio en la iglesia del poder de Dios, en la semana que estuve fuera se tenía que firmar el contrato, no recibí ninguna noticia,todo parecía un misterio. Regresé de Argentina feliz, convencido de la misión que Dios tenía para mí allí. Llegué a la casa ya vacía  para esa época, tuve que esperar en oración y ayuno. Llegó también la carta del banco anunciándome la posesión de la casa al final de mes. Me desesperé nuevamente y  hable a un amigo que es empresario, le comenté mi situación y  necesitaba urgentemente otro préstamo prometiéndole como en muchas ocasiones que al vender mi casa le iba a pagar y con intereses, claro siempre queriendo ayudar a Dios, esa tarde recuerdo a mi amigo con su cigarrillo encendido, nervioso con 3000 dólares y unos documentos que tenía que firmar por sí perdía la casa,  Me avergoncé delante de Dios por mi incredulidad, me sentí como los espías cuando regresaron de ver la tierra prometida y vieron los gigantes y se sentían como  langostas, allí el Señor me volvió a hablar, me dijo al oído -¿no recuerdas la promesa qué te he hecho esta mañana cuando con lagrimas me habrías tú corazón?.Si tu tomas ese dinero no me glorificare en tu vida!. Con dolor en mi corazón y sin el dinero CONFIE por primera vez ; plenamente en JESÚS.
 A la semana de oír a la voz del Espíritu Santo y obedecer, estaba sentado en la oficina de los abogados cerrando el contrato de mi casa, hoy cuando paso por el vecindario y veo las casas de mis vecinos todavía a la venta, siento escalofrio,  Dios contestó muchas otra oraciones y si les contara tendría que hacer nuevos temas y blogs.

Después de un tiempo me llegó la carta tan añorada de migración para la juramentación de la ciudadanía, así aprendí que Dios tiene el control de mi vida y tu vida nunca dudemos, lo creo porque lo viví y le agradezco a Dios por el tiempo que estuvo preparándome para ahora estar aquí en Argentina en la facultad de Teología preparándome para servir al Dios Todopoderoso del pueblo del Éxodo. Alabo y glorifico a Jesús por lo que ha hecho en mi vida.